viernes, 29 de enero de 2010

Por: Freire Espido

"Pienso en las mujeres de siglos pasados que ingerían vinagre para cultivar su palidez y sus ojeras, en las que se daban fricciones con mercurio, o las que se depilaban la mitad de la frente para alargar de manera interesante sus facciones y mostrar la delicada curva del cráneo.

Pienso en las deformidades y dolores que causaban los corsés, en la falta de oxígeno y en la pesadez de arrastrar un miriñaque.

Pienso en los pies vendados de las mujeres chinas, en los collares que alargan y descoyuntan el cuello y en los tatuajes rituales de algunas tribus africanas.

Pienso en las grandes bellezas de la historia, y en cómo siempre existía algo que las convertía en mujeres peculiares, fuera su inteligencia, su ambición o su destino trágico.

Pienso en las barbaridades cometidas en nombre de la belleza, la virginidad o el papel de la mujer, y ninguna me parece más extrema, más dolorosa y grave que la actual obsesión por la delgadez y la juventud."

jueves, 28 de enero de 2010

Asi no quiero triunfar;

No más mentiras, no más engaños, no más palabras políticamente bien dichas que nada tienen que ver con pensamientos reales.

Un mundo sincero plagado de contratiempos, porque sí, estos existen, los encontramos justo detrás de la hipocresía.

No me cuenten más cuentos que nunca son de verdad. En el cuento basado en hechos reales existen los pobres, los alcohólicos, las prostitutas, los drogadictos... gente que sufre. Los príncipes y princesas son espectros de personas que así se sienten, que se niegan a salir a la realidad quedándose en su burbuja transparente. ¿Por qué? Porque sólo ahi encuentran la verdad que les convence.

¿Quién triunfa? el trepa, el mentiroso, el vago, el maleante, el arpía, el lameculos, el sin escrúpulos.

Sí, yo tambien voy a intentar triunfar.
Sólo espero no conseguirlo.